La velocidad de comercialización nunca ha sido más importante en el sector de los bienes de consumo. Actualmente, los propietarios de las marcas tienen como objetivo desarrollar nuevos diseños de botellas y envases para abordar los deseos siempre cambiantes de los clientes. Con ese contexto a cuestas, Pepsi recurre a la impresión 3D para fabricar sus botellas y mejorar su producción.
De hecho, la creación de herramientas metálicas convencionales para el moldeo por soplado de botellas solía significar semanas de espera y miles de costos a la compañía. Max Rodríguez, gerente senior de I+D del centro de investigación y desarrollo de PepsiCo en Valhalla, Nueva York, dijo que podrían gastar hasta 10.000 dólares para producir solo un conjunto de herramientas, y que estos demoran 4 semanas en fabricarse y luego dos más para ponerlo a prueba.
Al observar que no beneficiaba correctamente a la compañía, Rodríguez comenzó a emplear impresiones 3D, una tendencia en crecimiento por su rápida manipulación y fabricación. Sin embargo, se necesitaban de dos a tres días para imprimir en 3D una sola herramienta de moldeo y aun así, la herramienta resultante carecía de durabilidad y solo podía producir unas 100 botellas antes de que el molde comenzara a fallar.
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