En las próximas semanas se realizará una nueva edición de Agromin en la Universidad Nacional Agraria del Perú con el mismo mensaje “Perú, país agro-minero” con el que inició su fundador Rómulo Mucho Mamani esta iniciativa, esto es buscar una alianza integradora entre dos sectores económicos claves para la economía nacional, el agro y la minería. Pocas semanas atrás, se celebró la famosa convención minera mundial, PDAC (Prospectors & Developers Association of Canada) en Toronto-Canadá, y como señaló su presidente Raymond Goldie en la inauguración, para asegurar las cadenas de abastecimiento de minerales críticos (principalmente, litio, grafito y níquel) a los fines de las necesidades globales de lograr la transición energética y la electromovilidad, se requiere incidir hacia adelante en tres aspectos/accesos: al capital, a las tierras y al talento humano; necesitándose sostener una relación muy sólida e inclusiva con las poblaciones aledañas a los proyectos mineros.
Existe una larga tradición del Perú en la convención minera PDAC -la más importante de la industria mundialmente-, la cual se realiza todos los años en el Toronto Metro Convention Centre. Este año 2024, la PDAC fue celebrada del 3 al 6 de marzo, contando con más de 25,000 personas asistentes de aproximadamente 130 países y con más de 1,500 empresas mineras y proveedoras como expositoras en la feria que se desarrolla simultáneamente. Tanto Canadá como Perú fueron los únicos países auspiciadores de este evento de clase mundial.
PDAC reúne a expertos, inversionistas y representantes de empresas mineras y gobiernos de todo el mundo para discutir tendencias, oportunidades y desafíos en el sector, así como intercambiar ideas y posibles puntos de colaboración entre sus distintos actores (grandes empresas mineras, medianos y pequeños prospectores, financistas e inversionistas, proveedores de bienes y servicios, startups tecnológicas, funcionarios de gobierno) en diversos espacios de networking, mesas redondas y presentaciones que facilitan la interacción y la conformación de alianzas estratégicas. En este evento también se presentan oportunidades de inversión en proyectos mineros en países de América, África, Asia y Australia; destacando su potencial para lograr los objetivos globales de descarbonización y lucha contra el cambio climático, así como para impulsar el desarrollo económico y social en esos lugares.
En este PDAC 2024, el Perú nuevamente ha jugado su rol de “cabeza de serie” – en términos futbolísticos-, reconociéndose las presentaciones de líderes de los sectores público y privado del país con distintos enfoques vinculados al quehacer minero, a lo largo de los diferentes encuentros que tuvieron lugar en esos cuatro días; resaltando el evento central denominado “Peru Day”, que contó con la presencia de más de 300 representantes del sector minero peruano, entre otros.
En esta convención se trataron temas claves y primordiales para el desarrollo de la industria minera, como son el suministro seguro de minerales críticos, las fuentes de capital para lograr su abastecimiento, la sostenibilidad de la industria, la innovación tecnológica, los criterios ESG y la responsabilidad social corporativa. También, se aprovechó para compartir buenas prácticas ambientales, operativas y comunitarias, así como incidir en la necesidad de incorporar tecnologías más limpias y eficientes para descarbonizar y/o seguir reduciendo impactos ambientales.
Y el Perú se ha vuelto a posicionar favorablemente en el ámbito minero mundial, mostrando data económica fundamental como ser el segundo mejor país calificado en riesgo financiero, contar con la menor deuda neta, ostentar la menor inflación, y tener reservas internacionales que bordean los 75 mil millones de dólares; al mismo tiempo que mantiene su atractivo geológico reconocido mundialmente y el marco legal promotor de inversiones con que se opera hace más de 25 años. Pero resulta evidente que se mantienen graves problemas y desafíos en materia de acceso a tierras superficiales, de desarrollo social y en demoras para obtener los permisos requeridos para realizar actividades de exploración y/o explotación; aunque siguen siendo críticos la generación de confianza política y la mayor captación de inversiones.
Con los precios vigentes y futuros de metales básicos y preciosos, existe una coyuntura positiva para creer en un posible círculo virtuoso en adelante, si la industria minera peruana se adapta a esta situación y actúa con cautela, pero en forma proactiva, inclusiva, transparente y colaborativa.
En conclusión, si bien existe una coyuntura mundial favorable para el sector minero en un contexto aún incierto nacionalmente para impulsar los proyectos mineros que generen recursos y desarrollo en las zonas más alejadas y aledañas a operaciones mineras del país, se requiere impulsar una alianza público y privada con participación de la academia, con una agenda de desarrollo territorial que involucre a todos los actores interesados en dichas zonas, pero también a las actividades económicas que allí se realizan. Es aquí donde el agro juega un rol preponderante en el país por su presencia en varias zonas remotas del país y en algunos casos siendo la única otra actividad económica que se desempeña en los ámbitos cercanos al desenvolvimiento de actividades mineras o que siente que tendría impactos por dichas actividades y, por ello, Agromin es una plataforma crítica pues se constituye en el puente para amalgamar intereses agro y mineros con el agua y el medio-ambiente, permitiendo que se sostenga una relación sólida e integral entre las comunidades con los proyectos u operaciones de minería.
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