Lima, diciembre de 2021.- Más de una vez hemos escuchado sobre los cupones o vales de alimentos que son canjeados en lugares autorizados por productos alimenticios en crudo o preparados en valor equivalente. Pues bien, estas herramientas tienen una serie de beneficios para las empresas y trabajadores que son poco conocidos. “En el país, la Ley de Prestaciones Alimentarias se aprobó en Perú el 2003 y desde entonces, se implementó este sistema que se materializa a través de la entrega de tarjetas dirigidas a los trabajadores para que puedan canjearlas por alimentos; sin embargo, a la fecha, menos del 10% de las empresas formales en el país, emplean las tarjetas de alimentación”, señala María Cecilia Toledo, gerente de Marketing y Producto de Edenred Perú.
Pero ¿cuáles son los beneficios asociados a su uso? Edenred Perú comparte algunos hallazgos encontrados en su barómetro desarrollado en los 46 países donde opera:
- Reduce costos. Su implementación permite beneficios como la optimización de los recursos dentro de las empresas, generando un ahorro en sobrecostos laborales de aproximadamente 48%, dependiendo del tamaño de la compañía y/o sector en el que se desempeña.
- Aumenta la productividad. Al tener a trabajadores mejor alimentados y con una mejor calidad de vida. En ese sentido, se resalta que las tarjetas de alimentación cobran mayor relevancia en un entorno de emergencia sanitaria.
- Mejora los hábitos de alimentación. La pandemia generó un cambio en los hábitos de alimentación, optando por un consumo más saludable. “Así, el 80% de los usuarios en Perú han cambiado sus hábitos de alimentación y esperan que los restaurantes tengan cada vez más ofertas de comidas saludables”, concluye el estudio.
- Uso digital diversificado. En el país, el uso de la tarjeta alimentación en supermercados por e-commerce y plataformas de delivery se ha duplicado en comparación con el periodo pre pandemia. Antes de la pandemia el uso de las tarjetas de alimentación a través de las plataformas por delivery era de 11%; hoy es de 22%, potenciado por el hábito adquirido durante la pandemia y la mejora de la oferta de estos servicios.
- Práctica y segura. Existe un usuario más joven, muy familiarizado con la digitalización que identifican en las tarjetas de alimentación una alternativa innovadora, adaptable a sus necesidades, segura, simple y práctica y con niveles de satisfacción que superan el 90%.
- Lo usan más los millennials. Son usuarios con edades entre 25 a 35 años, lo que representa un 43%; al mismo tiempo cabe señalar que el servicio por delivery es la categoría que más ha aumentado al momento de usar una tarjeta de alimentación.
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