- 18 establecimientos de las cadenas de farmacias Inkafarma y Mifarma, distribuidos en 6 regiones del país, han sido clausurados por descuidar dichas normativas de seguridad.
Ya se cumplieron dos meses desde que fue decretada la medida de aislamiento obligatorio que tiene como objetivo detener la propagación del coronavirus en nuestros país. Durante este tiempo, todas las empresas han debido cerrar sus puertas, y en el mejor de los casos enviar a sus colaboradores a trabajar desde casa, excepto aquellas consideradas por el Estado peruano como esenciales, como los supermercados, centros de salud y farmacias.
Sin embargo, gracias el proceso de reactivación económica planteado por el gobierno, se han venido realizando una serie de supervisiones en las que han participado las municipalidades, el Ministerio Público, la Digemid y la Dinincri, con el fin de verificar que se estén cumpliendo los protocolos de bioseguridad establecidos.
De estos operativos, 18 establecimientos de las cadenas Inkafarma y Mifarma, distribuidos en 6 regiones del país, han sido clausurados por descuidar dichas normativas de seguridad. De acuerdo con la información obtenida hasta el momento, en seis farmacias no había una persona en la puerta encargada de brindar gel desinfectante a los clientes o una bandeja de desinfección de zapatos, lo que llevó a las autoridades a tomar la decisión de clausurar los establecimientos. A su vez, en otro de sus locales se encontró que el aparato que mide la temperatura de la tienda tenía la licencia vencida.
Estos inconvenientes, y algunos otros relacionados con las licencias de funcionamiento o los certificados de Defensa Civil, produjeron el cierre de 18 farmacias pertenecientes a estas cadenas, las cuales cuentan con 118 en todo el país.
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