American Airlines anunció el recorte del 30% de sus 17.000 empleos, es decir unos 5.100 puestos. Ello podría incluir despidos en octubre si no hay suficientes partidas voluntarias.
La vicepresidenta ejecutiva Elise Eberwein indicó, en un memorándum al personal la noche del miércoles, que otros 39.000 empleados han aceptado irse de licencia parcialmente pagada o retiro temprano, y que la compañía ha extendido su oferta de partida voluntaria a su personal administrativo.
Los empleados despedidos recibirán su sueldo hasta el 30 de septiembre, para cumplir con las condiciones anexas al paquete de rescate financiero de 5.800 millones de dólares que American ha recibido.
El sector de la aviación ha sido duramente golpeado por el virus en momentos en que numerosos gobiernos han suspendido todos los vuelos a fin de evitar la propagación del patógeno. Numerosas aerolíneas están reduciendo personal, se están declarando en bancarrota o están pidiendo rescates financieros, entre ellas Lufthansa, Latam Airlines y varias de las grandes aerolíneas norteamericanas. Ello está repercutiendo en la cadena de suministros, y la fabricante de aeronaves Boeing está también reduciendo personal.
Boeing, uno de los mayores fabricantes de Estados Unidos, dijo que despedirá esta semana a 6.770 empleados en Estados Unidos y 5.520 trabajadores más decidieron aceptar un pago para marcharse voluntariamente en las próximas semanas.
La compañía dijo que reducirá 10% su fuerza laboral, que alcanza unas 160.000 personas. Un portavoz de Boeing dijo que las medidas anunciadas el miércoles representan el mayor recorte de personal, aunque miles de puestos de trabajo más serán eliminados en los próximos meses.
Casi 10.000 de los empleos eliminados se concentran en la zona de Seattle, sede del negocio de aviones comerciales de Boeing. La compañía había anunciado previamente el recorte de más de 600 plazas en Canadá y Australia.
Boeing, con sede en Chicago, ha reducido las tasas de producción de diversos modelos de aviones debido a la caída en la demanda. La división de defensa y espacial de la compañía se ha mantenido relativamente estable, contribuyendo a compensar la caída en viajes aéreos y en la demanda de jets de pasajeros.
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