- El dictamen prohíbe el ingreso y producción de semillas OVM en el territorio nacional hasta el 2035.
El Congreso de la República, en el marco de sus facultades, publicó este miércoles 6 de enero la Ley que amplía la moratoria de transgénicos hasta diciembre del 2035.
La autógrafa de ley, que cuenta con la firma de la presidenta del Congreso, Mirtha Vásquez, fue aprobada en el marco del II Pleno Agrario realizado en octubre pasado. Luego de muchos retrasos debido al cambio de mando, se hizo finalmente oficial con su publicación en el diario El Peruano.
“El Poder Ejecutivo, a propuesta del Ministerio del Ambiente (MINAM), en su condición de Centro Focal Nacional y autoridad nacional competente, en el plazo de 60 días calendario, bajo responsabilidad, presentan un plan calendarizado para el cumplimiento de la finalidad de la Ley 29811, ley que establece la moratoria al ingreso y producción de organismos vivos modificados al territorio nacional por un período de 15 años, tomando en consideración el nuevo plazo establecido en la presente ley, y adecúa el reglamento y demás normas conexas de la Ley 29811 a dicho nuevo plazo”, menciona el documento.
La ley cuenta con la firma de la presidenta y vicepresidente del Congreso, Mirtha Vásquez y Luis Roel Alva, respectivamente.
Objeciones a la moratoria de transgénicos
La principal objeción de quienes apoyan la moratoria es que la liberación de productos transgénicos en el ambiente es peligrosa para la biodiversidad peruana, porque las semillas modificadas podrían alterar o imponerse sobre los productos nativos. Si bien hay poca evidencia de ello, tampoco se puede asegurar que eso no ocurre.
Hay otros argumentos. La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) señala en un artículo de julio pasado que quienes aseguran que la moratoria ha perjudicado las exportaciones no dicen la verdad, porque las ventas agrícolas al exterior pasaron de $ 645 millones en el 2000 a 6,600 millones en el 2018.
La moratoria es solo para evitar la producción y liberación de transgénicos en el ambiente, es decir en tierras de cultivo, pero no impide la investigación en ambientes confinados como laboratorios o el ingreso de estos productos para alimentación humana, animal o procesamiento. Hoy es posible encontrar productos transgénicos en tiendas o supermercados (aceites de soya, golosinas, etc).
Otros argumentos afirman que podría configurarse una dependencia de los principales productores de las semillas transgénicas, que son grandes empresas transnacionales. O que nuestra gastronomía dejaría de ser lo que es justamente porque no usa productos transgénicos.
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