La gastronomía peruana está de luto, Pedro Solari dejó de existir en su vivienda de Jesús María, partió a los 99 años de edad, murió el célebre cebichero de Jesús María. Una vida dedicada a difundir nuestro plato más emblemático es el gran legado que deja al Perú.
Pedro Solari fue una eminencia de la gastronomía peruana. Era toda una ceremonia verlo preparar su cebiche de lenguado. Desde muy pequeño, su pasión por la cocina sorprendió a la familia. A la edad de 12 años hizo su primer ceviche de corvina en una reunión familiar y todos quedaron fascinados. Este fue el primer hito de una ‘carrera’ culinaria totalmente autodidacta, pero que rápidamente fue en ascenso: en una cocina prestada tuvo como primer cliente oficial a Víctor Raúl Haya de la Torre, y ya en su casa de Jesús María (donde vivía desde 1947) atendió a todos los presidentes del Perú (“menos ‘El Chino’ y Toledo”, aclara), a Aristóteles Onassis, Libertad Lamarque (a quien enseñó a hacer su ají de gallina), Cantinflas y tantos más.
El restaurante, que lleva su nombre en Jesús María, está en una esquina del Jirón Cahuide N° 995. A la altura de la cuadra 12 de la Avenida Salaverry y con la disposición de brindar un servicio de calidad.
En este lugar su plato bandera es el ceviche y cuesta 50 soles. Don Pedrito fue una persona de boca afilada, personalidad clara y de manos seguras. “Utilizo los mismos ingredientes que todos, pero cocinó distinto. Tengo un buen paladar. Eso es una de las grandes virtudes que tiene el ser humano”, decía.
Descansa en paz, maestro.
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