De Arequipa para el mundo. El queso helado arequipeño ha sido reconocido por la guía internacional de viajes culinarios, Taste Atlas, como el segundo mejor postre frío del mundo, solo sobrepasado por el Bastani sonnati de Irán, un postre de origen persa. Ambos postres sobresalen en la lista con 4.7 de puntaje.
El queso helado es, además, representante de América Latina en una lista dominada por helados italianos y norteamericanos, muchos de ellos reconocidos a nivel mundial.
“El queso helado es un postre peruano muy similar al helado, y es originario de Arequipa. Por lo general, se prepara con una combinación de leche entera, leche evaporada, canela, clavo, coco deshidratado, azúcar y yemas de huevo. Ambos tipos de leche se cuecen a fuego lento con canela, clavo, coco y azúcar”, señala Taste Atlas.
“Se retira la sartén del fuego, se añaden las yemas de huevo a la sartén una a una, se vuelve a poner al fuego y se cuece a fuego lento durante unos minutos. La mezcla se cuela para quitarle las especias y luego se coloca en el congelador hasta que se congele”, señala.
El queso helado es un postre tan emblemático como tradicional, un orgullo gastronómico arequipeño que, en realidad, no lleva queso, sino leche, sin embargo, se llama así por la similitud que adoptan los trozos de la leche congelada con el queso blanco fresco.
Sus ingredientes son leche condensada, leche de coco, vainilla, coco rallado y canela molida espolvoreada como decoración.
El origen de este postre
“El génesis de este tradicional manjar arequipeño se remonta al convento arequipeño de Santa Catalina, monasterio surgido en la época colonial y que albergó a la más prestigiosa cocina y repostería de toda la Ciudad Blanca”, indica Andina.
“Las religiosas que allí residían en condición de clausura atesoraban una vasta cantidad de técnicas y conocimientos culinarios, elaborando las primeras recetas de diferentes potajes, entre ellos el queso helado, postre que en aquel tiempo era exclusivo para las familias de alto nivel socioeconómico”, añade.
Este postre, según la tradición, se elabora en un barril frío de madera llena de hielo, en el que se coloca un depósito de metal para congelar la leche fresca que allí se vierte.
El lácteo quedaba impregnado en las paredes del recipiente metálico cuando se batía en círculos, formando capas que, al momento de servirlas, tenían la apariencia del queso blanco. De allí el nombre de este suculento postre.
En la actualidad, el queso helado se degusta en muchos restaurantes, picanterías, cafeterías y ferias gastronómicas de Arequipa, además de venderse al paso en los alrededores de la Plaza de Armas.
Fuente: Perú21
Leer también: Creciente consumo mundial de café biodinámico abre oportunidades para productores peruanos