La empresa de bebidas por excelencia, Coca-Cola ha apostado por una reestructuración considerable de su catalogo. En total, han decidido eliminar 200 bebidas, prácticamente el 50% de todas las que comercializan. El motivo, según el CEO de la compañía, James Quincey, es que más de la mitad de estas marcas solo suponen un 2% de la facturación anual de la empresa. Por ello, desde la multinacional americana han afirmado que redoblaran la apuesta por las bebidas de mayor potencial para «hacer crecer la base de consumidores aumenten su frecuencia y lideren los márgenes».
Aunque no se han detallado cuáles serán las marcas que dejarán de fabricar, ya el pasado mes de junio anunciaron la desaparición de Tab, Zico y Odwalla. Ahora, la estrategia de la compañía pasa por focalizarse en las marcas de mayor expansión para poder paliar la caída de ingresos experimentada debido al confinamiento y a los cierres y limitaciones impuestos a la hostelería.
Solo entre julio y septiembre los ingresos bajaron un 9% hasta los 7.355 millones de euros debido a la caída de las ventas en establecimientos. Pese a esta caída del 9%, la empresa ingresó unos 250 millones de euros, superando las expectativas de los analistas. Pese a ello, en bolsa acumulan un desplome del 11% en estos últimos doce meses y no ha regresado a los niveles previos al mes de marzo cuando las bolsas cayeron más de un 30% en todo el mundo.
Las caídas de las ventas también han sido considerablemente altas en España, Portugal y Andorra. La compañía sufrió un desplome del 28,5% en el primer semestre en la región con respecto al año anterior debido al confinamiento. Esto hizo que fuera la zona de Europa donde más cayeran las ventas. Pese a ello, logró unos ingresos de 917 millones de euros. Aunque, la mayor caída en las ventas –superó el 48%– se dio en el segundo trimestre del 2020.
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