Infectólogo explica los riesgos de adquirir el Covid 19 y cómo minimizarlos
Después de haber cerrado sus puertas durante más de 100 días por la pandemia del coronavirus, los restaurantes ya recibieron la luz verde para reanudar sus actividades, pero solo con un aforo del 40% de comensales.
Y pese a que su funcionamiento ya fue autorizado vía un Decreto Supremo, estos servicios aún deben esperar el protocolo sanitario que publicará en breve el Ministerio de la Producción (Produce) para abrir de una vez sus puertas al público.
Mientras tanto, los entendidos en negocios ya han lanzado sus pronósticos. Según estima la Cámara de Comercio de Lima (CCL), las pollerías, los chifas y las cebicherías serán los rubros más demandados, seguidos de las pizzerías y los restaurantes de comida criolla.
Pero qué dicen los especialistas en enfermedades infecciosas sobre los riesgos de acudir a un restaurante o establecimiento de venta de comida. ¿Puede el coronavirus transmitirse a través de los alimentos que se sirven en la mesa de un lugar público?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus (Covid 19) no pueden multiplicarse en los alimentos porque necesitan un huésped animal o humano para hacerlo.
«El virus puede pasar directamente de una persona a otra cuando las gotículas de la tos o el estornudo de una persona infectada entran en contacto con la nariz, la boca o los ojos de otra persona», explica la organización.
El infectólogo peruano Juan Villena lo resume categóricamente en esta frase: «el virus no se transmite por los alimentos que están en un plato o el líquido dentro de una botella». Sin embargo, advierte a la agencia Andina, existe un riesgo moderado cuando -en el contexto del coronavirus- las personas acuden a un restaurante.
«Si la persona que sirve o atiende tiene el covid 19, me trae el plato, el tenedor o cuchara y yo empiezo a comer, el virus podría quedarse en mi mano. Y si luego me llevo las manos a los ojos, a la nariz o la boca, que estará sin mascarilla, entonces me infectaré».
¿Qué hacer?
Sin embargo, ese riesgo puede reducirse al mínimo cuando el cliente se lava las manos antes de comer, no se toca la cara en ningún momento durante la ingesta de sus alimentos y se lava las manos nuevamente al terminar. Pero además, debe mantener su distancia de rigor con otras personas y no compartir vasos ni cubiertos con sus acompañantes.
Y en el caso de las botellas de agua, gaseosa o bebidas, Villena es enfático: solo una persona del grupo debe agarrar la botella y servir a los demás porque, de lo contrario, el virus de un asintomático podría quedarse en el plástico o vidrio, y si alguien sano lo toca y -sin darse cuenta- se lleva las manos a la cara, puede terminar contagiado.
«Si acude una familia, debe haber un máximo de ocho personas y todas separada entre sí. Ninguna debe compartir el vaso de gaseosa o bebida alcohólica. Si se cumple todo lo mencionado, no debería haber problema. Pero el riesgo aumenta cuando se incumplen las recomendaciones de bioseguridad o aforo».
¿Debería llevar mis cubiertos?
El infectólogo consideró que no es necesario que los consumidores lleven cubiertos al restaurante, aunque dijo que el establecimiento debería entregarlos envueltos en papel o bolsa plástica.
«Si llevo mi tenedor, también debería llevar mi plato y vaso… eso es imposible. Una vez más, el consumidor debe lavarse las manos antes y después de comer y no tocarse nunca la cara durante su alimentación».
Fuente: Andina
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