- A pesar de la garantía del Estado y las condiciones más flexibles que la SBS dispuso para estos programas, economistas consideran que se necesitarán más incentivos para atraer a microfinancieras.
A casi un mes de reglamentarse el Fondo de Apoyo Empresarial a la Micro y Pequeña Empresa del sector Turismo (FAE-Turismo) y el Programa de Garantía del Gobierno Nacional para el Financiamiento Agrario Empresarial (FAE-Agro) avanzan lentamente hacia las subastas del Banco Central de Reserva (BCR), donde las entidades financieras podrían animarse a participar, o dejar estos recursos sin colocar, si la tasa de interés propuesta no les resulta atractiva.
Aunque la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha flexibilizado las condiciones para estos créditos, según Jorge Carrillo, profesor de Pacífico Business School, las entidades microfinancieras todavía tendrán dudas si la tasa de interés planteada en la licitación no cubre sus costos operativos.
“En la segunda parte de Reactiva se critica mucho el dinamismo con el que se ha debido de salir porque la tasa que ha puesto el BCR, de 4%, es muy baja para el nivel de riesgo de la microempresa. De repente, entendiendo el riesgo del negocio, no se coloca un tope de 4% o 5%, sino de 10%, que parecería más razonable”, explicó.
En su opinión, fuera de elevar la tasa de interés, solamente quedaría la posibilidad de aumentar la garantía estatal, que ya está por encima del 90%, con la finalidad de que los recursos no se queden sin subastas.
CUBRIR LOS COSTOS OPERATIVOS
Por otro lado, Juan José Marthans, economista de la Escuela de Dirección de la Universidad de Piura (PAD) y exjefe de la SBS, consideró que la SBS hace lo correcto al dar flexibilidad, pero que también se necesitarán cambios antes de la subasta para evitar que los recursos se encarezcan con una tasa de interés más alta que en programas anteriores.
“Es importante que el Ministerio de Economía evalúe la posibilidad de, rápidamente, subvencionar parte del costo de financiamiento de las subastas, y eso sea trasladado a un menor costo de crédito para los usuarios del sistema microfinanciero. No estaría demás elevar la garantía, pero preferiría que no se eleve al 100%, sino que haya una subvención directa luego de cada subasta”, comentó.
Agregó que esta subvención directa para costos operativos debe asegurar un mínimo estándar de pago a proveedores por parte de la microfinanciera que lo reciba, así como el mantenimiento de la generación de empleo.
Lo principal –aseguró- es que los recursos lleguen rápidamente en vista de que las empresas lleven varios meses sin operar y todavía tendrán dificultades en los próximos 6 a 12 meses.
“Lo que tenemos que buscar es que esto salga cuanto antes y, en todo caso, darle apoyo a Cofide para que pueda encontrar mecanismos más expeditivos para canalizar estos recursos”, precisó.
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