- San Buenaventura, a 2,800 msnm, se ha convertido en uno de los parajes más visitados de la provincia de Canta.
Hasta hace un año, la comunidad de San Buenaventura que alberga el completo turístico “Machu Picchu limeño”, está ubicada en la provincia de Canta a solo tres horas de la ciudad de Lima, contaba con escasos pobladores, principalmente ancianos, y sólo cobraba vida en sus fiestas de carnaval y de consagración a su patrona la Virgen de la Merced.
“La llegada de tantas personas a San Buenaventura, en casi un año, ha hecho que se empiece a desarrollar, en la zona, negocios conexos al turismo como servicios de movilidad, farmacias, bodegas y demás comercios”, anota Luis Grados Antayhua, promotor de este complejo turístico.
“San Buenaventura ha cobrado vida. Su población ha dejado de ser temporal. Muchos están regresando al terruño a emprender nuevos negocios. Gracias al turismo, sus inmuebles también han cobrado valor”, manifiesta Grados Antayhua.
El complejo turístico “Machu Picchu limeño” va camino a convertirse en destino obligado de turistas nacionales, y también de extranjeros. Próximo a cumplir un año de abrir sus puertas al público, ha recibido a más de 70 mil visitantes, incluidos excursionistas locales y delegaciones de Rusia, España, Argentina, Chile y Ecuador.
San Buenaventura, pueblito escondido de nuestros andes limeños, está resucitando. Entre sus casi cien tradicionales viviendas de adobe ya empiezan a destacar modernas construcciones. Vehículos particulares transitan sus calles, intensificándose los fines de semana con cientos de familias que buscan recreación al aire libre, conectar con la naturaleza y disfrutar de las aguas frescas de las cataratas.
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El complejo turístico “Machu Picchu limeño”, está ubicado a cinco minutos del pueblo de San Buenaventura por carretera afirmada, sobre terrazas naturales, con un conjunto de réplicas en piedra de muestras arqueológicas de Choquequirao, Kuélap, Chavín de Huántar, Nazca, Paracas, Mochica y Machu Picchu, que han sido trabajados por escultores, talladores y enchapadores de la provincia de Canta y aledaños.
La construcción de este proyecto turístico, que demandó 27 años, y cuya implementación continúa, comprende también un mirador con la imagen de Cristo, de 8 metros de altura, rutas para trekking, dos cataratas y piscinas naturales, cabalgatas y espectáculos de caballos de paso y cuatrimotos.